No mires a mis ojos

No veas en mis ojos la tristeza,

ni te fijes en que voy a llorar,

hazte el desentendido.

Haz que ignoras

que la sonrisa que pretendo ofrendarte, es una mueca.

No hagas que mi esfuerzo por aparentar cordura

se deshaga,

no soy culpable de que mi torpeza

desnude mi intención de inventarte entre mis letras,

de tocarte en mis sueños.

Atisbo el cielo entre la bruma de mis lágrimas,

ahondo en el azul y haciendo un hueco,

la mirada penetra mas allá de lo posible,

para evocar tu risa, tu mirada, tu voz...

No conozco otra razón para amar, que amarte

besándote con cada pensamiento.

ESta noche te espero,

en mitad del camino, entre tu casa y la mía.

En la mitad del mar,

yo en el centro de mi geografía,

tu en el Sur de tu mapa.

Bajo el cielo, sin dirección, sin calle, ni destino,

Tu corazón será la brújula,

el mío, ancla y timón,

y mi cuerpo la adarga en que rabiosa

estalle la marea.