Tu nombre huele a Rocío

Esta foto, cortesía de José Salado, fue tomada en el paso de la Procesión por el Aljarafe.

Vibran las piedras del camino, los peregrinos van y vienen, cargando los pertrechos que durante el viaje, servirán para que el camino, sino más corto, sea más leve.
Sobre las andas, la Virgen del Rocío, serena y paciente, parece observar las maniobras y hasta se diría que sonríe, así de grande será su felicidad de saberse objeto de tanta devoción.
La Misa de Romeros pautó la apertura del peregrinaje de la Hermandad Sevilla Sur, hacia los campos almonteños,
La Madrecita del rocío acicalada, aguarda entre sus avíos, la ruta que le espera hasta el Lunes de Pentecostés.
Al igual que todos los años, luce radiante con el traje de los Apóstoles, pero lleva además, un complemento inusual que engalana aún más su figura y el aura que le circunda, va en medio de una senda de rosas que a cada lado, le adornan, como para que entre rosas, luzca más radiante su belleza, mientras la azucena dorada que una devota familia le donara en La Algaba, riñe con el esplendor natural de Virgen que le aventaja en fulgor.
Allá van las carretas, envueltas en la algarabía de los peregrinos que cantan, rezan y habrá alguna que otra parejita que cortejará, otros que deslizarán sus miradas hacia el o la que más le provoque el sentimiento.
Allá va la multitud que caminando, sigue a las carretas por los pueblos del Aljarafe Sevillano, atravesando los pinares de Aznalcázar y tomando el camino de la Raya para cruzar el río Quema, hasta el Palacio Doñana, habiendo antes visitado Villamanrique de la Condesa, la ilustre y más antigua Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, para llegar a Almonte, el pueblo escogido por Dios para ser asiento de tan magna figura celestial.
Desfile de Hermandades desplegando sus mejores galas, Bollullos de la Mitación, Olivares, Aznalcázar…
Entre todo el conjunto, llama la atención el traslado del Bendito Simpecado en su carroza de plata, ante cuya presencia, pasarán este jueves 20, todas las Hermandades.
Las festividades del Rocío, convierten al Sur en una manifestación que abarca a todos los pueblos, desde Cádiz y sus pueblos, Huelva y Sevilla, pasando por los pueblos del Aljarafe. Todos se involucran en esta afirmación de fe, gente, ciudades, pueblos, como una sola corriente arrolladora traspasando el puente Ajoli o del Rey, para llegar hasta la capilla de Almonte.
El lunes 24 es la meta, la Virgencita en solemne procesión por las calles de Almonte, las marismas temblarán, la arena resbaladiza de las calles será tierra firme para sostener sobre ella, carrozas y gente que luego emprenderán el regreso hacia sus respectivos lugares.