Así como maduran las uvas, caen mis letras plasmando la esencia de mi verdad más profunda. Empecé a soñar donde el cactus es una piedra más del camino y reverbera el sol, donde la noche se irradia de estrellas que se reflejan sobre la blancura de los jazmines que pueblan mis recuerdos. Soy un latido de una ciudad que es un corazón. Dos cielos me cubren, el propio y el de Sevilla, ciudad pasión y melodía.
martes, 25 de mayo de 2010
Apellido Japón en Sevilla?
Aguas abajo del Río Guadalquivir, se encuentra Coria del Río es un pueblo de Sevilla. Un pueblo como todos los demás, trabajador, agrícola, industrial, tiene las mismas cosas que los demás, ayuntamiento, campo de Fútbol, tiendas, casas, comercios y un apellido ¿Apellido? Así como lo lee, ese apellido que identifica a Coria es Japón, que no por favor, esta dominicana no sabe lo que dice, Coria es una ciudad española, sevillana para mas señal y Sevilla es muy Sevilla, para permitir que una ciudad suya, se apellide Japón.
Pues así es, el apellido Japón, identifica a la Coria del Río, seiscientas personas apellidadas Japón, hay en Coria.
Es una curiosa historia: En el año 1614, una misión japonesa arribó a España, venía enviada por el Shogún Ieyasu Tokugawa, ofrézcame, tan hermoso el idioma Castellano y tan fácil (para quien lo habla).
Los japoneses, venían con la finalidad de relacionarse política y comercialmente con España y Roma. Tsunenaga Hasekura, Samurai de Sendai, encabezaba la misión nipona.
Antiguamente Sevilla era el puerto más importante de España y el lugar donde se gestionaban asuntos comerciales de ultramar, fue por consiguiente, la primera ciudad que pisara la misión japonesa.
Coria era en ese tiempo el antepuerto de Sevilla, los barcos que navegaban por el Guadalquivir, debían pagar un gravamen antes de de llegar a Sevilla.
Scipion Amati, un médico italiano, testigo presencial de lo acontecido, narró lo siguiente: “A poco tiempo de salir la embajada japonesa, se le unía mucha gente que le acompañó hasta Sevilla, mas y mas gente se unía en Triana. Al cruzar el puente, esperaban a los dignatarios y nobles de la ciudad, quienes les escoltaron hasta el alcázar, al extraño séquito, vestido a la usanza japonesa y con rosario al cuello.
Tras cumplir con su misión, los japoneses marcharon en 1620, sin embargo, algunos de los componentes del grupo, se quedaron y Coria del Río fue el lugar escogido por los nuevos vecinos.
A mediados del siglo XVII, en el registro bautismal de la Parroquia de Santa María de la estrella, fue encontrada la primera partida bautismal de un niño apellidado Japón, era hijo de uno de los japoneses de la expedición de Hasekura. Actualmente hay más de 600 corianos y corianas que llevan el apellido Japón.
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