Sabía que eras tu,
sentí a lo lejos la magia de tu esencia,
me arrulló una suave brisa,
cerré los ojos y en inmensa distancia
reflejado en el azul del mar,
se perdían nuestras sombras.
Busqué el mapa de tu geografía
y percibí tu voz y tu mirada
estabas en ese punto inalcanzable, pero luminoso
y el sur de mi corazón se agitó con tal fuerza,
que sentí tus caricias,
mi cuerpo estremecido quedó inmóvil,
mientras tu me abrazabas,
mil mariposas en vuelo recorrían mi piel
sentí entonces que nos fundíamos en uno,
que ni el cielo ni el mar,
ni una distancia de la tierra hasta el infinito,
nos separan.
sentí entonces que nos fundíamos en uno,
que ni el cielo ni el mar,
ni una distancia de la tierra hasta el infinito,
nos separan.
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