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viernes, 30 de abril de 2010

¡Andalucía!


¡Andalucía! Primer contacto de España con el nuevo mundo, la puerta por la cual salieron las huestes que marchaban en pos de una aventura, que determinó el más grande encuentro entre dos mundos.

Tierra de olivos y uvas, donde el mosto es una escuela y el vino es como la universidad de la vida. Andalucía es tierra de bellotas y cerdo ibérico, de caballos regios, tapas y flamenco.

Montilla es un municipio de la provincia de Córdoba en la región de Andalucía.

Todo se aúna para hacer de este pueblo, un pedacito de cielo, ciudad-campiña, tierra caliza idónea para el cultivo de la uva, es precisamente esa cualidad que hace que llegue hasta los confines del mundo, la fama de sus vinos, bajo la Denominación de Origen Montilla Moriles.

Montilla Moriles sabe a copla y tiene reminiscencias de aromas andaluces de tierra adentro.

Este pueblo- fortaleza, se asienta sobre una colina, asomando como una atalaya, su castillo que continúa siendo guía y centinela.

Montilla, como casi todos los pueblos españoles, tiene una historia rica en acontecimientos, siendo sede de familias de rancia estirpe como los Señores Aguilar y Marqueses de Priego, guarda de estos personajes profundas huellas.

Montilla es mucho más, su pasado es pleno en acontecimientos, es un pueblo que vive un presente cimentado en su gloria del pasado.

Luego de conocer a vuelo de pájaro el pueblo, me remito sin extender más el introito, a hablar del vino de Montilla, de su vendimia.

En ese hábitat prodigioso, que parece haber heredado de los tiempo bíblicos su disposición para el buen vino, se enmarcan las Bodegas Montilla Moriles, cuya Denominación de Origen corre por el Sur de Córdoba, teniendo mas predominio en los dos pueblos que le dan el nombre: Montilla y Moriles.

En el maravilloso marco limitado por el Guadalquivir, el Genil y Guadajoz y la sierra Subbética, se extienden los predios de Montilla Moriles, en los suelos mas aptos para la uva.

El vino, el trigo y el olivo, tres alimentos básicos o esenciales mencionados en la Biblia, nos da una idea de que el vino, tiene una cultura milenaria.

Tomando en cuenta que el Sur de España es rico en esos tres elementos, podríamos añadir que esta parte del mundo es una especie de Jardín del Edén, donde se produce el néctar de los dioses, el más excelso.

Desde los tiempos de los romanos, la dominación árabe, la Reconquista, siglos y mas siglos de historia vinícola, concentrada en la puerta de España hacia el mundo, Andalucía.

La vendimia! Es la cosecha, la recolección de la uva, madurez, sanidad y sazón, son cualidades que los vendimiadores deben tomar muy en cuenta. Se inicia el corte en los terrenos más cercanos, finalizando en aquellos en que a sazón del racimo, aún no está en su punto de recolección.

El viticultor está consciente de que os racimos deben llegar en condiciones óptimas al lagar.

Después de esta introducción tenemos claro que Montilla Moriles es la DO o Denominación de Origen, bajo cuya firma se ampara legalmente la crianza y comercialización de todos los vinos producidos en los municipios andaluces de Montilla, Moriles, y circunvecinos, y además, parte de Aguilar de la Frontera y otros pueblos lindantes.

La uva blanca, en sus diversas variedades, es la protagonista de los caldos típicos de la zona, sometidos a crianza por el sistema de Criaderas y Soleras. Vino joven, el famoso amontillado, fino, oloroso, son los excelentes vinos de acuerdo a su maduración, que van adquiriendo sus propiedades de vinos generosos, hasta obtener la graduación de unos 20 grados.

Yo me quedo con un Pedro Ximénez, por aquello de lo dulce, así al saborearlo, pensaré que estoy dando y recibiendo un dulce beso.

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¡Brindis!

Esta es la mejor cosecha, el brindis exquisito de las letras.