Pinto

Habito una casa instalada entre mar y cielo, en ella cabe el mundo, por su umbral abierto entran y salen, algunos dejan un comentario, es la huella que marca su paso, otros toman mis uvas y las esparcen en el mapa de Mis Vendimias como punto de referencia de que la cosecha es fértil.

Ignoro quien entra, solo recojo las banderillas que me arroja el contador de visitas para colgarlas en un álbum especia. Casi a diario, he visto el nombre de Pinto y me sentí motivada a indagar.

Sumergida en mi vuelo virtual, rastreé la ruta de Pinto, un municipio de la Comunidad Autónoma de Madrid, situado muy cerca de la capital española.

Gratamente sorprendida, estuve en contacto con la historia y cultura de este pueblo acogedor y cálido, nada le falta, desarrolla actividades lúdicas y deportivas para jóvenes, niños y adultos, eventos culturales, tertulias. Pinto Arte, un evento en el cual el arte florece en exposiciones, jornadas, concursos…

La noche de Pinto me hechiza, siento ganas de convertida en estrella, habitar su cielo y posarme en el hueco de una nube a danzar movida por un ritmo flamenco, un paso doble, o un merengue tal vez?

Es un pueblo con historia cuyos orígenes, aunque no están del todo definidos, existe una hermosa leyenda árabe, es la leyenda del Arca, que determina que los musulmanes por medio de unas mediciones, establecieron que Pinto estaba situado en el centro geográfico de la Península Ibérica, de ahí su nombre, derivado del latín Punctum “punto”, en la actualidad un monumento en el Parque del Egido, relata la leyenda que determina a Pinto como el punto central de la geografía española.

Justo en ese lugar, cuenta la leyenda, entraron los invasores, bajo una piedra circular marcada con una X, el arca en la cual guardaron las herramientas utilizadas en la medición.

Alberto Contador, el joven astro nacional de Ciclismo, es uno de sus hijos. El pueblo tiene interesantes monumentos, tiene arquitectura de corte moderno y antiguo, el conjunto arquitectónico patrimonial, está cuidado y conservado perfectamente, su Alcalde Don Juan José Martí, merece el crédito de esta mención, ya que todo parece andar muy bien llevado en cuanto a ornato y cuidado de los monumentos y la ciudad.

Me llama poderosamente la atención, una edificación señorial conocida como Casa de la Cadena (recibían este nombre los edificios a los que el rey daba el derecho de asilo, era un privilegio mediante el cual, la persona que entraba en ella no podía ser apresada, aunque fuese perseguida por la Justicia) rehabilitada y convertida en Centro cultural Infanta Cristina es sede del Museo Etnográfico, una exposición permanente de la historia de Pinto, el Archivo Histórico y la biblioteca.

Subyugada por la atracción que sentí ejercer en mí la Torre éboli, donde la princesa de ese nombre estuvo encerrada por orden de Felipe II, durante seis meses, pienso que si visito ese lugar, podré descubrir con extrema sensibilidad, alguna huella, recoger una lágrima vertida por la princesa y convertirla en perla, para regalarla al pueblo de Pinto. Otros ilustres personajes fueron también huéspedes obligados de la torre.

Ignoro quien me sigue desde Pinto, brindo desde Mis Vendimias, por este pueblo precioso, pleno en historia, donde brota la poesía, la vida transcurre apacible y permite que vuele la ilusión.