No hubo tal pecado,
la verdad de la historia
no se cuenta.
La crónica condena,
y solo la conciencia
es capaz de advertir
que en ese cuento
más de un protagonista
es omitido.
Eva no fue la pecadora,
ella solo tocó el árbol de la vida,
tenía hambre y comió.
La maldad, si la hubo,
no fue tanto de ella,
fue de los que,
mas que manzana,
quisieron ver pecado
en esa fruta.
Así como maduran las uvas, caen mis letras plasmando la esencia de mi verdad más profunda. Empecé a soñar donde el cactus es una piedra más del camino y reverbera el sol, donde la noche se irradia de estrellas que se reflejan sobre la blancura de los jazmines que pueblan mis recuerdos. Soy un latido de una ciudad que es un corazón. Dos cielos me cubren, el propio y el de Sevilla, ciudad pasión y melodía.
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ResponderEliminarSabes una cosa, yo creo igual, y tal vez voy mas lejos en mi concepto, Eva fue una fábula, no existió, como tampoco el paraíso y por supuesto, tampoco Adán.
Que crees tu?