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jueves, 10 de junio de 2010

Una estrella fugaz!!


Astros convulsionados y rebeldes, luces y sombras que parecen competir por dominar la tierra!

Una rara sensación me invade, es como si una emoción me poseyera y en sus brazos, volara tan alto, que todo lo demás desaparece, alma y piel parecen encontrar una simbiosis y debatiéndose entre el frenesí y la calma, me hacen presa de un orgasmo incontenible que estalla entre sombras, nubes y luces.

La tarde languidece y el crepúsculo se viste de luces arreboladas, es el encuentro de la tarde con la noche, la conjunción del sol con las sombras, es un instante mágico, no es noche, ni día, un increíble intermedio, donde fija la mirada en el firmamento, traspasa la retina y nos conmueve.

El horizonte nacarado refleja los últimos rayos de sol que antes de partir a otras latitudes, se luce en autumnal despliegue de colores. Es la despedida de la luz que lentamente da paso a la noche, cuando aún detrás de la montaña, asoman sinuosos destellos que simulan figuras caprichosas.

De pronto se impone la sombra y el cielo da paso a un desfile de luces centelleantes que rompen la oscuridad, es como si las nubes movieran una gigantesca alfombra y ellas como danzarinas consumadas, se mueven al compás del viento, parecen desprenderse y venir hacia mí, miles de estrellas¡Es un espejismo! Estoy alucinada de fulgor.

Mi cuerpo cae sobre mullido césped de ilusiones y me invade un sopor, mis ojos sin parpadear quedan fijos en la bóveda oscura iluminada solo por el titilar de las estrellas.

Permanezco casi inerte, mi corazón se ha paralizado, no respiro, ¿Estaré muerta acaso? Inútil evadirme de esta lasitud que me domina. Lejos de mí, los picos de los montes, como fantasmagóricas almenas, reflejan el resplandor de diminutas estrellas que posadas sobre ellos, semejan miríadas de luciérnagas.

Llega hasta mí su olor, es un aroma etéreo, inconfundible, pero inexplicable, solo un corazón enamorado, o muy sublime lo percibe y define en sus latidos ese efluvio que penetra evocando encuentros, rumor de besos, de caricias... ...

En un instante, una estrella se aleja de su grupo, ¡Una estrella fugaz! Cierro los ojos y me apresuro a pedir un deseo ¡Dios! Viene hacia mí, se posa en el hueco de mis manos y me dice muy quedo, que por luengos caminos me ha buscado, que ha recogido flores en todos los senderos para darme y me trae una luz de esperanza, que jadeante enciende en mi alma.

Confusa, emocionada, no se que hacer, qué decir, si llorar de nostalgia, o reír de alegría; la estrella se aleja y al elevarse, va dibujando un nombre, mis ojos parpadean y mi estrella al marchar, va marcando mi ruta, yo aterida de ensueños me he quedado dormida.

2 comentarios:

  1. Preciosa entrega Miuris. La estrella fugaz que ilumina los sueños del alma y nos dan esperanzas. Una prosa preciosa que deja una dulce sensaciòn al ser leìda.

    Buenas Noches Miuris y que tus deseos se hagan realidad, amiga.

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  2. Gracias Mariela, ojalá que tu tengas contigo, a tu estrella, no fugaz, sino permanente.

    Un abrazo querida amiga

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