Me esclavizas. Me humillas, cuando se te da la gana de quedarte inerte, entiendo cuando eso me sucede, la frustración de la impotencia, de la espera inútil a que te agilices, y tu sigues inerte, como muerto.
Te odio porque te crees invencible, ah, porque contigo nadie puede, pero no es verdad, antes de que existieras, ya tenía mis manos y escribía, aun después de ti, me complacía en hacer borradores, luego me pervertiste de tal manera, que hace ya tiempo que mis manos no tocan un lápiz, que vergüenza, siento ganas de convertirme en zorra y morderte!
Te aborrezco porque te has convertido en mi amo y señor (el segundo) tampoco vayas a pensar que me muero por ti, engreído! Lo que sí puede suceder es que muera sin ti…
Sigo odiándote, porque eres taimado y frívolo, luego dicen de las mujeres, algunas lo son, sin embargo la frivolidad está en tu esencia, muy pagado de ti mismo, te atienes a que todos necesitan de ti, te usan, sin ti no hay “clic” y de nuevo la distancia se apodera del universo.
Lo cierto es que despiertas en mí una duplicidad de sentimientos, que me parece que me estás contagiando con tu conducta ladina, a mí que siempre fui disciplinada y modosita, me has vuelto celosa, impertinente, desenfadada…
Ahora mismo donde estás? Hace cuatro días que te has ido, que tengo que buscar la protección de Word para no volverme loca pensando que estás con otra, que ahora das a ella lo que a mi me falta, muero de rabia y de celos imaginándote de la mano de cualquier investigadora, mientras a solas rumio mi angustia y soledad de ti.
¿Dónde estás?
Pero dime, que te dan esas que yo no te de, acaso te sientes mejor con ellas? Te doy todo de mí, mi tiempo, todo, entras en la intimidad de mi yo, a mi alcoba, mi cama! A veces hasta me siento infiel porque hasta me esperas mientras me ducho, absorbes mi aroma, el colmo sería que quisieras ponerme la crema, o el filtro solar. Eres como mi alma gemela, entonces porqué te has ido, mas que falso!
Te odio!!!
No es cierto, la verdad es que me haces falta, cuando te tengo, llego a pensar que me hastías, pero ahora que no estás, caray, cuanto te extraño Internet, vente ya!!
Hola Miuris! Pues me alegro que regresara contigo ese Internet! La verdad que es como un amor... o una adicciòn, no sè, tambièn soy de las que lo necesitan mucho.
ResponderEliminarUna gran entrada.
Me alegra tu regreso con toda la fuerza.
¡Cierto! Una se acostumbra y cuando va mal es un estrés sobretodo si hablamos con la compañía jeje. Me encantó la entrada, ¡siempre transmiten un montón de emociones! :)
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