Cada día, una esperanza nueva
aguardar el paso de la tarde
apurar el tiempo para que la noche se termine
trayendo un nuevo día.
Y que se apague el sol de ese día,
vuelve la noche y a la mañana,
me inyecto de energía.
Y volvía la tarde una y otra vez,
y llueve, hace calor, tormenta, miedo...
y otra vez la mañana apremiando la tarde
y el ocaso a la noche,
y la lluvia, la sombra, el frío...
Cambiaba de estación,
y en primavera, imaginaba los azahares de tus calles
y el verano candente de mi tierra,
marca además del reloj, la forma de la ropa
sobre mi piel tostada de ansiedades.
Apaleaba las ramas de los árboles
para que cayeran las hojas
y dejar que se pusieran amarillas,
para imitar tu otoño.
Tengo miedo!
Temo a la llegada del invierno,
se que será el más frío sin ti,
el invierno después de amarte
se hizo tan entrañable,
que al verme sola,
preferiré evadirme,
volar sin rumbo fijo, ni final...
Hermoso poema Miuris! Realmente certero y encantador.
ResponderEliminarRespecto del Premio, tràete el Blog de oro, te dì el otro primero porque fue el que primero me llegò, no sabìa que ese dìa me entregaban dos.
Te envìo un abrazo
Gracias querida Mariela:
ResponderEliminarEres muy amable al juzgar mis humildes letras, solo escribo con el corazón, eso si te lo aseguro.
Ah, claro que traeré ese premio a Mis Vendimias, es una atención muy bonita de tu parte.
Un abrazo y buen fin de semana