Pero que es un piropo? Es una expresión verbal, casi siempre popular, sin embargo, posee muchas veces, una belleza poética que exalta la belleza de la mujer y también del hombre.
Casi podríamos hablar en tiempo pasado, ya que el piropo o requiebro, prácticamente ha desaparecido del vocablo de los pueblos.
Existe el piropo retrechero, pícaro, que dicho por un caballero con delicadeza y estilo, es casi un poema que hace sentir a la mujer como una reina.
Sin embargo, también los hay ofensivos que sonrojan y no precisamente porque causen ser placer, sino por su contenido vulgar.
Los piropos en voz femenina son mas raros, ya que ésta por su delicadeza, no los emplea, a menos que no se trate de una mujer sin inhibiciones y es verdaderamente una acción muy femenina y atrayente, escuchar piropos de contenido poético y fino, en la boca de una dama, es una primorosa osadía, para la cual hay que tener especial vocación.
Los hay de todo tipo, sublimes, dulces, tiernos, poéticos, vulgares, ofensivos…
Hay anécdotas muy chistosas, pero también trágicas, de personas que por un piropo, se han visto involucrados en sucesos, enemistades, divorcios, separaciones, uff, de cuantas cosas era capaz un piropo.
Además de que tanto mujeres como hombres, han caído vencidos de amor ante la tenacidad de un o una “piropera”, una dulce manera de dejarse abatir.
Ahh! No podemos obviar el piropo de doble sentido, dependiendo de que su contenido tenga o no, estilo y picardía, casi siempre desencadena una sana hilaridad.
En estos tiempos modernos, ya no se estila decir piropos, habiendo sido reemplazados por frases vulgares que a cualquier mujer, aunque no sea una puritana, hace sentir avergonzada.
Hay un dicho con el cual estoy en desacuerdo, ya que no siempre puede aplicarse: “Todo tiempo pasado fue mejor”, no es cierto eso, el pasado a veces produce espeluznantes sensaciones, sin embargo, con respecto al piropo si que sería grato retomarlo, creo que hace ya unas buenas décadas que empezó declinar la costumbre, en la misma medida en que cambiaban hábitos y principios.
Anden ya, a sacar algunos piropitos de esos que decía el padre, el hermano mayor, sacudir el polvillo de los viejos piropos y a la calle, a enamorar a sus damiselas y en el caso de las damas, a la conquista de su Romeo.
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