Y yo te digo adiós,
mordiendo las palabras que quieren gritar
quédate.
Y te digo hasta siempre,
con el temor de siempre,
con el miedo en la sangre,
por si acaso el destino,
nos condena a no volver a vernos.
Es casi una plegaria cada despedida,
cuídate amor, descansa,
sueña conmigo, te mando un beso,
maravilloso amor que cada día,
siendo el mismo, es diferente.
Y yo te digo hasta mañana,
y tiembla mi inconciencia
pero te digo adiós y pinto una sonrisa,
porque mirando al cielo,
busco a Dios
que me manda en el guiño de una estrella,
su bendición para este amor
que a pesar de todo,
vive!
mordiendo las palabras que quieren gritar
quédate.
Y te digo hasta siempre,
con el temor de siempre,
con el miedo en la sangre,
por si acaso el destino,
nos condena a no volver a vernos.
Es casi una plegaria cada despedida,
cuídate amor, descansa,
sueña conmigo, te mando un beso,
maravilloso amor que cada día,
siendo el mismo, es diferente.
Y yo te digo hasta mañana,
y tiembla mi inconciencia
pero te digo adiós y pinto una sonrisa,
porque mirando al cielo,
busco a Dios
que me manda en el guiño de una estrella,
su bendición para este amor
que a pesar de todo,
vive!
Hermosos versos a ese Gran Amor que siempre debe cuidarse en cada vaivèn; en cada minuto que uno siente su latir adentro.
ResponderEliminarCito: Es casi una plegaria cada despedida.
Preciosos versos, querida Miuris.
Buen fin de Semana
hola Miuris,
ResponderEliminarpreciosas palabras para despedir al ser amado.
Muestran amor puro.
un abrazo de amistad^^
Pues es verdad Mariela, llega el momento en que somos un poco "madres" del ser amado, al despedirnos sobre todo cuando nos encontramos lejos, y toda previsión, parece insuficiente.
ResponderEliminarAy el amor, en todas sus fascetas es maravilloso.
Abrazos
Hola Rebecca:
ResponderEliminarQue agradable saber que has pasado por Mis Vendimias, supongo que como eres de la casa, habrás degustado una copita de la cosecha.
Gracias amiga.