Hay una voz en la tarde que grita,
un gemido en el viento que ruge,
una huella que va sin destino.
Hay un voz que susurra muy quedo,
unas notas de piano sin ritmo,
un poema que pierde su rima,
unas letras sin equilibrio que tiemblan.
Hay unas ganas de amar,
Una fiera que busca su guarida,
un vehemente deseo que se pierde en la nada,
caricias que se aprietan a mi cuerpo
enervan mi piel y me quedo atrapada
en la cuesta ardiente del deseo.
Una huella que va sin destino... Asì se siente cuando la soledad nos arropa el alma por la ausencia del ser amado.
ResponderEliminarCreo que este poema tuyo capta muy bien esa esencia, la del deseo y que no estè el sujeto de amor, a nuestro lado.
Un gran poema Miuris, te felicito querida amiga por tu capacidad de transmitir emociones.
Un abrazo desde Mendoza
Una fiera que busca su guarida.... hay muchas fieras buscando su guarida en estos momentos....Miuris es precioso el poema, me ha encantado amiga perfecto....gracias por compartir, un abrazo
ResponderEliminarBuenas noches Mariela,
ResponderEliminarla soledad, la ausencia, sombras reflejadas en el corazón.
Anhelos, deseos, ansias, como quiera que les llamemos, son solo gritos desesperados del amor.
Gracias amiga por tu visita.
Hola Carmen,
ResponderEliminarSi, muchas fieras que maullan en la noche, anhelando escapar en busca de su guarida.
Celebro que te haya gustado querida amiga, gracias por pasar por Mis Vendimias.