Y pasó la mañana
y la tarde transcurrió,
llegó la noche,
yo seguía esperando.
Caí rendida,
en sueños te veía,
quise alcanzarte,
desperté sobresaltada,
no te encontré.
Volvió la mañana
y la tarde pasó
y otra vez la noche,
mas oscura sin ti.
Nunca llegaste,
quise cerrar los ojos
y nunca más abrirlos,
quise perderme en la oquedad
de un espacio sin tiempo,
sin destino.
Me sentaré sobre una ola a esperarte,
para que su rumor no me deje escuchar
el tic tac del reloj.
Te seguiré esperando
en el sopor de las horas vacías.
y la tarde transcurrió,
llegó la noche,
yo seguía esperando.
Caí rendida,
en sueños te veía,
quise alcanzarte,
desperté sobresaltada,
no te encontré.
Volvió la mañana
y la tarde pasó
y otra vez la noche,
mas oscura sin ti.
Nunca llegaste,
quise cerrar los ojos
y nunca más abrirlos,
quise perderme en la oquedad
de un espacio sin tiempo,
sin destino.
Me sentaré sobre una ola a esperarte,
para que su rumor no me deje escuchar
el tic tac del reloj.
Te seguiré esperando
en el sopor de las horas vacías.
lindo sentir...bellas palabras... en la espera de aquel sentir que llena las horas vacias..
ResponderEliminarlindo
saludos
abrazos
linda semana
Hermoso y sentido poema a ese amor distante e ido. Unas dulces metàforas lo engalanan, querida Miuris.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho leerte esta noche.
Te envìo un cordial saludo desde mi lugar
Si Poeta, la espera puede ser dulce cuandose espera al amor que se sabe que llegará.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso.
Mi querida Mariela, gracias porque siempre estás presente, de coirazón te mando un abrazo pleno de afecto y sinceridad.
ResponderEliminar