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lunes, 12 de julio de 2010

Tierra del buen sol y del buen vino



Dedicado a Mariela Marianetti, una apreciada amiga de Mendoza.

Con la llegada de los españoles, los indios Huarpes, ocupaban el territorio mendocino, en lo que era el Valle de Uco, mientras los Incas poblaban Uspallata y el Valle del río Mendoza, los Puelches, eran los reyes de la parte Sur del río Mendoza.

Como la mayoría de los pueblos indígenas de América, los Huarpes, eran pacíficos agricultores.

La ciudad fue fundada el 2 de marzo de 1561, por Pedro del Castillo, quien la bautizó con el nombre de Mendoza, en homenaje al gobernador de Chile, Don García Hurtado de Mendoza.

Centro del turismo hacia la cordillera andina y el Cerro Aconcagua, el más alto de América, sus calles arboladas, sus espacios verdes y otras características que la identifican, es una ciudad que cuando se visita, siempre queda el deseo de volver.

Con una historia plena en acontecimientos heroicos, esta ciudad, tal vez con raras excepciones, tiene el común denominador de todos los pueblos americanos que fueron poblados por los colonizadores españoles.

En 1813 se creó la Gobernación de Cuyo y el insigne General José de San Martín, héroe de las independencias de Argentina, Chile y Perú, asumió el cargo de Gobernador.

Fue desde Mendoza que el valiente General, edificó su proyecto de liberación para Sudamérica.

El 20 de marzo de 1861, Mendoza fue asolada por un terremoto, cual ave Fénix, fue reconstruida, llegando a ser con el paso del tiempo, una importante metrópoli de Cuyo, donde florece el comercio, las artes, la cultura, finanzas, industrias…

Es la ciudad de los vinos, son famosos sus Malbec, es tal vez el vino, lo que más identifica a esta tierra de increíble belleza y de interesante historia.

Ah, también el tango, siendo una ciudad argentina y siendo el tango su más auténtica representación cultural, es innegable que aquí también el tango ha escrito gloriosas páginas.

Hermosa, bien cuidada, orgullosa de su entorno, de todo cuanto la hace acreedora de la preferencia de un público mundial que la visita, goloso de disfrutar del amplio abanico de atracciones diversas, donde cada uno va a la parte que mas le satisface.

Un clima más o menos privilegiado, noches frescas y días cálidos, un verano que la trata como a una reina y un invierno maravilloso para esquiar.

Si Colón descubrió América, yo estoy descubriendo una ciudad maravillosa, me estoy enamorando de Mendoza, de su historia, de su gente, de sus monumentos y paisajes, de las chacras que bordean sus campiñas, de sus viñedos espectaculares, dignos de una vendimia regia, casi me voy con Mis Vendimias a Mendoza, para aprender de ellos su manera de vendimiar y dejarles abierto el umbral de mi corazón.

Es de suponer que siendo una ciudad eminentemente vinícola, el vino tenga allí una determinada preponderancia tanto en la vida de los mendocinos, como de sus visitantes, en ese contexto, la Ruta del Vino, es un atractivo que se reinventa cada vez con nuevos atractivos, el recorrido por las bodegas degustando los vinos producidos, hacen que esta región sea apetecida, es además la consentida de Baco, que para evidenciarlo, hace de sus caldos los más deseados por su calidad.

Importantes vestigios de la epopeya sanmartiniana se conservan en el Cerro de la Gloria, el Plumerillo, Parque San Martín, museos con importante caudal documental, crónicas del paso del prócer argentino por esta región bendecida por la mano de Dios.

Y tan bendecida, que la naturaleza la hace reina reverenciada por quienes adoran los deportes de montaña, el andinismo, el rafting en el río Mendoza y una serie de deportes que tienen aquí un especial encanto.

Quiero destacar al Gran Mendoza, que integran los departamentos de Guaymallén, Godoy Cruz, Las Heras y Maipú y Luján, ciudades cuyanas.

Me detengo en Godoy Cruz, en uno de sus espacios, estará mi amiga Mariela, la invito o me invita ella, a tomar una copa de uno de los exquisitos vinos de esta región, conocidos en todo el mundo.

Imagino a Mariela, buscando inspiración para sus letras, amurallada por Los Andes y tal vez, visualizando uno que otro viñedo, no hay que esforzarse mucho, la inspiración allí baja del cielo, entre cirros de nubes, en miríadas de estrellas, o durante el día, bajo el cálido sol de Mendoza

4 comentarios:

  1. !AYY! Me has dejado anonadada Miuris. !Me has emocionado! Muchas gracias por esta magnìfica entrada en honor de mi Provincia, Mendoza.
    Los datos històricos tan exactos, el estudio de sus costumbres, los deportes, sus sitios importantes, su clima, en fin, todo. Te lo agradezco de corazòn.
    Ojalà algùn dìa, podamos tomarnos un Malbec o unos matecitos bajo el càlido sol mendocino para contarnos nuestras historias y conocernos realmente.
    Por ahora, virtualmente, te abrazo y te digo emocionada !Gracias por tan bella dedicatoria, querida amiga!

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  2. Querida Mariela:
    Como habitante de una hermosa ciudad y dueña de una personalidad que capta las vibraciones mas afectivas, eres merecedora de este detalle.
    Me gusta sorprender a mis amigas con situaciones gratas y si esta te lo ha parecido,me siento doblemente satisfecha, ya que además he tenido la oportunidad de navegar por tu historia, y una de mis debilidades es precisamente, la historia de los pueblos.

    Un abrazo grande para toda Mendoza, desde un pedacito de mi Quisqueya, la ciudad Corazón, Santiago de los Caballeros.

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  3. hola Miuris,
    gracias también por este aporte histórico! He recorrido tu blog de adelante para atrás, y cada vez que me "sumerjo" en tus escrito me quedo gratamente sorprendida, cada vez me has brindado tus luces, tus reflexiones, tus poesías.
    Gracias^^
    un bello abrazo^^

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  4. Otra vez gracias, es tan breve esta palabra, pero lo abarca todo.

    Mi corazón y mi afecto para ti Rebecca.

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