“No hay bella melodía en que no surjas tú
ni yo quiero escucharla, si no la escuchas tú.
Es que te has convertido en parte de mi alma
ya nada me consuela si no estás tú también.
Más allá de tus labios del sol y las estrellas
contigo en la distancia amado mía, estoy”.
Los ídolos no mueren jamás, muere su materia, pero su esencia, permanece, se instala en el cosmos y se perpetúa, como en el caso que nos ocupa, la voz de la Reina del Bolero, se difundirá en el éter y desde allí, por una escalera alfombrada de rosas, bajará a la tierra, el eco de repetirá incesantemente, impregnado en el polvo de la tierra que caminó.
Nacida en Santiago de Cuba el 9 de octubre de 1922, fue la más grande intérprete femenina de boleros.
En La Habana, desde muy niña incursionó en el arte formando un dúo junto a su hermana, así iniciaba su carrera Olga Guillot, la cubana universal que fue acérrima enemiga del régimen castrista, al que cada vez que tenía la oportunidad, combatió desde el exilio con acres palabras, le habría gustado volver a su tierra y poder verla bajo otras condiciones. Política y arte son incompatibles, aunque la libertad vive en uno y en otro, sin embargo, dediquémonos a recordar a esta mujer como lo que fue realmente, una gran cantante.
Ya para 1940, era la segunda voz del Cuarteto Siboney y en 1955, debutaba como solista en Zombie Club de La Habana.
Continuaba ascendiendo peldaños y fue declarada como la cancionera mas destacada de Cuba, hecho que sirvió para que Miguelito Valdés la llevara a Nueva York a realizar grabaciones para el sello Decca Records.
René Cabel, el tenor cubano, la llevó a México a filmar junto a Meche Barba, La Venus de Fuego, aprovechando al mismo tiempo, para grabar algunas piezas con la Orquesta del renombrado músico mexicano Gonzalo Curiel.
Entre 19532 al 53, la cantante recorrió casi todos los países latinoamericanos, iba acompañada del pianista y compositor cubano, Juan Bruno Tarraza.
"Miénteme", la conocida canción que ha dado la vuelta al mundo, surge en 1954 en la voz de la Guillot.
Cantó en los mejores escenarios, se hizo acompañar de los más relevantes directores musicales de la época, Sabre Marroquín, Facundo Rivero, René Cabel...
Opuesta al régimen de la Revolución Cubana, abandona a su Cuba natal en 1961 y de Venezuela, se traslada a México, país que le acogió definitivamente.
Fue una laureada artista, entre medallas, reconocimientos, discos de oro y platino, ventas millonarias de discos, su caudal es inconmensurable.
Fue la primera cantante de habla hispana que realizó un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York, esto sucedió el 31 de octubre de 1964. Mismo año en que el compositor mexicano Luis Demetrio, compuso para ella el bolero “Voy”, un éxito que perdura hasta la fecha.
Cantó junto a las mejores voces, Los Panchos entre ellos, llevó a la fama la pieza “Adoro” de Armando Manzanero.
Me muero, me muero, un tema de la mexicana Lolita de la Colina, fue un éxito que la catapultó como la pionera de la canción erótica.
También tuvo destacada participación en diez y seis películas.
Esta mujer, conocida por su carácter fuerte y sus frases siempre a la defensiva en cualquier circunstancia, era llamada la “temperamental”, sin embargo, sus amigos, aseguran que era un privilegio contar con su amistad, por la manera de entregarse, cuando era preciso.
“Tu me acostumbraste”, “La Gloria eres tú”, “Miénteme”, “Contigo en la distancia”, entre otras muchas canciones, fueron escuchadas en su voz en escenarios de Europa, Asia y América.
Quien la oyó, ya no pudo olvidarla, quien la vio actuar, jamás pudo aceptar en su mente que una canción interpretada y escenificada por ella, fuese cantada por otra, porque era una verdadera mujer espectáculo.
México y Miami, fueron los dos países en que la “Dama del Bolero”, pasó su vida, después de abandonar Cuba.
José Antonio Méndez, Lola Beltrán, Agustín Lara, José Alfredo Jiménez, son nombres afines a esta diva que hace pocos días fue llamada a integrar el coro celestial de los grandes predestinados.
El 12 de julio de 2010, pudo haber sido una fecha cualquiera, sin embargo, ese día, el corazón de Olga se detuvo y sus ojos cerraron para siempre, ni que decir de su voz potente, que gracias a la tecnología, perdura para siempre.
Su partida deja un vacío en el bolero, pero deja también el legado de su voz, que contribuyó a hacer de este ritmo, lo que es hoy en día a nivel mundial, fue catalogada junto a Lucho Gatica, como “La Reina del Bolero”, rindamos pues el tributo del recuerdo a esta mujer que deja una huella inolvidable en sus canciones.
hola Miuris,
ResponderEliminargracias por este aporte musical. Me hubiera gustado escuchar como acompanamiento en tu entrada una canción de las que nombras cantada por ella. Yo te digo sinceramente, cuando comparo los textos modernos de hoy en día con los textos musicales de "antes", puedo afirmar que "antes" sí se cantaba de verdad!
Ahora estoy de vacaciones, pero si sería buena idea postear una canción de Olga Guillot a mi vuelta. Seguro que lloraré con esas letras cantadas por ella, segura estoy! .. el sentimentalismo es terrible conmigo!.. disculpa..
amiga mía, recibe un fuerte abrazo^^
Olga Guillot era una de las voces femeninas mas valiosas de América, que pena la transitoriedad de la vida, ella al menos deja su voz como heredad.
ResponderEliminarTrataré de complacerte y colocar alguna canción de Olga, no te preocupes, yo te acompaño en la lloradita, soy también una sentimental impenitente.
ABRAZOS
hola Miuris,
ResponderEliminar...
Voy a mojar los labios con agua bendita... wao!
Tu me acostumbraste a todas esas cosas y tu me ensenaste que son maravillosas... wao!
Total, si me hubieras querido, ya me hubiera olvidado de tu querer ..wao!
Gracias amiga mía!
muchas gracias por esta riqueza musical!