Te busco incesantemente, en mis noches y días. Te busco hasta en los lugares, donde es posible que nadie pueda encontrarte.
Cuando desmotivada y perdida casi, camino sin caminar, duermo sin dormir, pienso con la mente en blanco, te persigo.
Eres la conjunción, me complementas, casi mi otro yo, color, luz, armonía, tristeza, nostalgia, pasión... Si me faltas, me siento morir.
A veces te escabulles de tal manera que llego a pensar que me abandonaste, eres como el amor, asomas y desapareces, para volver a brotar mostrando caminos agrestes en ocasiones, sendas oscuras que no se caracterizan por ser manantiales de agua cristalina y me obligas entonces a ser cáustica y amarga y hay quienes creen que soy yo quien piensa de esa manera, sin saber que eres tu quien me esclavizas.
Me gustas mas cuando llenas mi mente de ternura, de cosas bonitas, cuando a borbotones surgen de mi adentro palabras sublimes en contenido y en sintaxis.
Ay cuando te revuelves dentro de mi de esa manera especial en que me haces sentir mil cosas inconfesables, sugieres pasión, me dictas erotismo y me obligas a mostrarme así, porque así lo siento, eres una pervertidora, moldeas mi intelecto y te vas siempre por la vertiente que sabes que me hace débil.
Amo las palabras dulces y amorosas, las que exaltan el amor maternal, filial, la amistad. Adoro sentirme predispuesta a amar, me hace sentir viva, cuando hasta el viento eriza mi piel y me estremece. Eres grandiosa cuando cierro los ojos y es tan vivo el recuerdo que hasta puedo sentir el roce de unas manos, o siento mis labios temblar bajo el arrebato de un beso, oh! Como sabes que me desquicio por un beso, acaso eres adivina? Me engañas, todo es fantasía, que cruel eres.
Amo la risa, los días de lluvia, ah, pero eso si, en compañía, me parece tan triste ver a solas caer la lluvia, acostarme y escuchar en mi ventana caer gotitas, sentir frío y no tener abrigo, nooo por favor, haz que no llueva cuando estoy sola.
Me gustan las mañanas de sol, sentir desde mi cama el olor a café, ayyy, me recuerda el capuchino en la cama a las seis de la mañana, las frías mañanitas del invierno sevillano.
Amo la libertad, no existe mejor alimento para el alma que amar en absoluta libertad, darte y recibir en la misma medida, sin dejar de ser tu mismo/a. Saber que estás dando lo mejor de ti, de tu cuerpo y de tu alma, sin perder jamás la libertad del ser individual.
Y tú en medio de todo, del miedo, de la soledad, de la expresión de la palabra diáfana y precisa. Tú en la oscuridad de las frases amargas y tediosas, aunque nunca vacías, en la luz y en la sombra, eres noche y día, Alfa y Omega, meseta y clímax.
Habitas en el ramo de flores, en la carta (cuando se recibía), estás presente hasta en la ropa que vestimos.
Atrevida, te metes hasta en la cama, entre las sábanas, bajo la almohada, enredando la mente para hacerme decir diabluras de las que luego hasta yo misma puedo arrepentirme, o ¡Avergonzarme!
Eres divina inspiración.
Un digno homenaje a la inspiraciòn !Què bello mensaje! Y cuànta realidad despliegas Miuris. Sin ella, el alma se duerme en la trite opacidad del sin sentido.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, me identifico en tus letras.
Un abrazo hasta Dominicana y que Ella jamàs se duerma en nuestro corazòn !Què siempre nos haga sentirnos vivas!
Bello Valls de fondo.
Anoche estaba como perdida, empecé a escribir y sin darme cuenta hacía una apología a la inspiración, no se como les cae a mis lectores, pero prefiero siempre escribir casi tal como soy, claro, entiendo que ciertas restricciones, deben aplicar, pero me encanta que perciban rasgos de mi personalidad en mis letras.
ResponderEliminarUn abrazo