Una rosa roja,
dos copas de vino,
las notas del vals
y tu y yo
conjugando del amor todos los tiempos.
Te regalo este recuerdo,
te dejo mi piel aterida de rocío junto al gran río
y tu cuerpo sirviendo de abrigo.
Danzar y danzar como dos locos
siguiendo el ritmo de un violín lejano...
La música, el río, el sonido del agua arrullando,
el mundo estaba solo,
tú y yo cayendo a la orilla del río dormidos.
Nos lleva la corriente,
amanece!
El último compás, hasta siempre
Danubio, era azul?
No lo vi!!
Estaba oscuro.
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