Duele el corazón
por amar mucho,
por heridas que sangran
por palabras que hieren,
por cicatrices que han cerrado
pero sangran a veces.
Así como maduran las uvas, caen mis letras plasmando la esencia de mi verdad más profunda. Empecé a soñar donde el cactus es una piedra más del camino y reverbera el sol, donde la noche se irradia de estrellas que se reflejan sobre la blancura de los jazmines que pueblan mis recuerdos. Soy un latido de una ciudad que es un corazón. Dos cielos me cubren, el propio y el de Sevilla, ciudad pasión y melodía.
Gracias a que las cicatrices así como empezaron a sangrar, dejan de hacerlo pronto.
ResponderEliminarUn abrazo Miuris
Si es verdad, una demostración de la grandeza de la naturaleza, de no ser así, viviríamos sufriendo eternamente.
ResponderEliminarUn abrazote para ti Isota