Suponiendo que no lo lograra, el solo hecho de ser nominada junto a otras importantes ciudades europeas, es de por si, un mérito.
Sevilla es un vergel, sus calles sembradas de naranjos, sus jardines siempre en flor, sus hermosos parques que son pulmones oxigenando la capital andaluza, la hacen merecedora de ser nombrada Capital Verde.
Este premio, concedido por la Comisión Europea al espacio urbano que muestre mas respeto al medio ambiente, debe ser considerado por las autoridades de Sevilla, no solo como un incentivo, sino como un mecanismo para la captación de un nuevo renglón de turismo que se dedica a la caza mundial de ciudades ecológicas, cuyo hábitat les brinde un máximo de seguridad en cuanto a un ambiente sin demasiadas contaminaciones.
Murcia, Vitoria y Barcelona, son las restantes provincias españolas nominadas por la Comisión Europea, en cuanto a belleza, cada una de ellas tiene lo suyo en cuanto naturaleza exuberante y verdor, sin embargo, los grandes espacios abiertos de Sevilla, como son Alamillo, el Parque de María Luisa, Prado de San Sebastián, Jardines de Murillo, los hermosos jardines de Los Reales Alcáres y otros muchos, convierten a Sevilla en una rival de muy alto nivel.
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