Ver sin mirar,
sentir que sangras sin verter ni una gota de sangre,
tener la sensación de mil puñales clavados en el pecho.
Callar queriendo hablar
sin saber que decir, ni que hacer.
Así como maduran las uvas, caen mis letras plasmando la esencia de mi verdad más profunda. Empecé a soñar donde el cactus es una piedra más del camino y reverbera el sol, donde la noche se irradia de estrellas que se reflejan sobre la blancura de los jazmines que pueblan mis recuerdos. Soy un latido de una ciudad que es un corazón. Dos cielos me cubren, el propio y el de Sevilla, ciudad pasión y melodía.
Estremecedor querida amiga. Como siempre con tu gran estilo.
ResponderEliminarYo también te echo de menos Miuris!!! Por aquí todo bien, mi hermana se vino un par de días a casa . El trabajo también parece que la cosa va saliendo . Siempre pienso en el día a día y así no me estreso tanto! je! ¿tú cómo estás? En la foto de tu premio estás fantástica espero que estén todos bien.
Te mando un fuerte abrazo hasta Sevilla, te quiero amiga mía.