¡OH, EL MAÑANA!

¿Y MAÑANA QUE?

Y que haremos,

si ya está aquí el mañana.

Cuando estalle el adiós como una tromba

y con voz temblorosa quiera hablar y no pueda.

Que hacer cuando me arrope la noche y se haga eterna,

cuando lejos, uno del otro ajeno permanezca.

Cuando la vida ya no guarde misterios,

y a solas duela la madrugada y el sol ya no me alumbre.

Cuando aparezca el día como una fosa cavada en el vacío,

será un nudo clavado en la garganta

devorando lo que no digo, pero pienso.

Retornaré a la sombra, a mi sino ancestral que me condena

al silencio, aunque intente gritar.

Volveré a caminar sin rumbo, a dejar a jirones

los suspiros, de la misma manera que se esfuma la vida.

Que hacer cuando la nada sea mi sombra,

me veré en el espejo y notaré que un átomo invisible me persigue,

no puedo verlo, pero casi me roza.

Que haré para seguir viviendo lejos, mas sola que

este grito que ahogo y callo por mentida valentía.

Como hacer entender que el mañana llegó, que es ahora

y que estoy abatida, amordazada

por un cataclismo de imposibles que no fuimos capaces

de vencer.

Que hacer que no sea soñar,

imaginar que duermo y al despertar

habrán caído las fronteras y se abrirá una puerta

y caerán dispersos los eslabones

de la cadena que atrofió mis alas.

¿Habrá tiempo?

¡Volaría si pudiera!