Explorando la noche,
he cruzado los mares de todos los caminos,
y me quedé varada en medio de la senda,
busqué sin encontrar,
soñé y una pesadilla sacudía mi sueño.
Tropezando sin saber dónde estaba,
sin identificar quien era, ni de dónde venía,
atravesé en silencio los cielos del olvido,
Zozobrando entre nubes oscuras.
Estaba helada y húmeda,
no llovía, era que de mis ojos manaba incontenible,
un manantial de llanto.
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