Que quedará de mí cuando se acabe el tiempo,
cuando sin darme cuenta vea llegar la noche
y nunca más amanezca.
Qué cuando entre la sombra
quiera ver y no pueda,
o gritando, se pierda mi lamento .
Así como maduran las uvas, caen mis letras plasmando la esencia de mi verdad más profunda. Empecé a soñar donde el cactus es una piedra más del camino y reverbera el sol, donde la noche se irradia de estrellas que se reflejan sobre la blancura de los jazmines que pueblan mis recuerdos. Soy un latido de una ciudad que es un corazón. Dos cielos me cubren, el propio y el de Sevilla, ciudad pasión y melodía.
Algo negativa esta meditación, pero seguro que algo quedará: el recuerdo, tus actos, las pruebas de amor, de desamor...
ResponderEliminarMe alegro de que estés operativa nuevamente y que te decidas a publicar. Un fuerte abrazo, querida amiga.
Amigo Paco Hidalgo, eres tu el perdido, yo siempre estoy activa en el blog y redes sociales, hasta he creado una nueva página para difundir a mi manera, pero con verdad y respeto, la historia y cultura de mi país, te invito hacer clic en Me gusta" y comentar, sugerir que se yo, cualquier cosa nuestra que te produzca inquietud o duda.
ResponderEliminarTu que tal estás, tu familia, tu vida. En cuanto a este poemita, más que negativo, me parece real,ya que de todas las circunstancias, reales o no, la única verdadera es la muerte y a todos nos llegará, no lo crees Paco?
Cuando toco el tema, una de mis hijas dice, "ya viene mami a hablar de eso", hasta a la palabra le tiene temor, pero yo no, considero que es una realidad que llevamos encima, aunque invisible.Un abrazo grande y te dejo el enlace para que cliques.
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