Tus ojos? no no, mejor tu boca,
o quizás sea mejor hablar,
porque ni mirando tus ojos o tu boca,
recibiré el sosiego que solo si me amaras,
sentiría..
Así como maduran las uvas, caen mis letras plasmando la esencia de mi verdad más profunda. Empecé a soñar donde el cactus es una piedra más del camino y reverbera el sol, donde la noche se irradia de estrellas que se reflejan sobre la blancura de los jazmines que pueblan mis recuerdos. Soy un latido de una ciudad que es un corazón. Dos cielos me cubren, el propio y el de Sevilla, ciudad pasión y melodía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario