No es que te pregunte,
es que necesito saber,
no es curiosidad,
mis palabras no implican una rendición de cuentas.
Es mi conciencia quien indaga en mi
y francamente ya no tengo respuestas.
Estoy como la madre ante la ingenuidad de un niño,
como un paciente asustado ante un diagnostico,
aunque digo mal,
no tengo ese diagnostico
y necesito saber.
Hay en mi tantas preguntas sin respuesta,
íntimamente, a gritos, en silencio
acudo a ti en la serenidad de los días,
en la angustiosa calma del desvelo,
en medio de un camino que más que eso, es laberinto.
Se que soy un breve átomo,
es que dada mi pequeñez no te llega mi voz?
No lo creo!
Porque en la infinitud de tu ser,
posees inmensidad y voz y oído y ojos.
Todo está en ti lo se,
gracias por escucharme ,
te amo sobre todo y contra todo.
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