Clavada en tu piel,
recorro los caminos, por donde tantas
veces,
mis manos transitaron.
Me estremezco,
sumergida en la noche, busco en la oscuridad,
el amparo de un rayo
de luna,
el mismo acaso que
tantas noches nos cubrió.
Miro, busco, sueño,
todo mi ser es una
rebelión,
le pregunto a la luna
donde estás, porque te has ido.
Siento sobre mi piel
un ardiente rubor,
es como si la luz de
plata me quemara,
parece que quisiera hablar a mis sentidos,
me quema su contacto.
El fulgor de la luna me
golpea, araño tu recuerdo,
siento como si una
fuerza me empujara a ser libre,
acatando una voz sin
palabra que grita en mi interior,
tiembla mi cuerpo,
estoy desnuda!
La noche, la luna,
el viento, todos saben de ti,
pero yo nada soy, ni
nadie,
seguiré sin saber,
porqué, ni adonde fuiste,
total si nada importa
ya.
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