Soy esa mujer que te acosa en tus sueños,
la que vuela desde su mundo al tuyo.
Aquella que palpita
confundida, hechizada,
entre la magia de una fantasía
que me eleva a las nubes.
De pie ante una realidad
que atemoriza.
Así como maduran las uvas, caen mis letras plasmando la esencia de mi verdad más profunda. Empecé a soñar donde el cactus es una piedra más del camino y reverbera el sol, donde la noche se irradia de estrellas que se reflejan sobre la blancura de los jazmines que pueblan mis recuerdos. Soy un latido de una ciudad que es un corazón. Dos cielos me cubren, el propio y el de Sevilla, ciudad pasión y melodía.
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