Toca mis sueños y
despiertame,
roza mis emociones y
sacúdeme,
se me ensombrece el
alma, se me agita el aliento,
tengo rotas las alas,
enfermo el sentimiento.
Atrapa entre tus
brazos este cuerpo aterido,
Sosiega entre tus
manos mi espíritu turbado.
En mi adentro se
agitan fragmentos de ilusiones,
esquirlas de frustraciones,
anhelos impedidos y desilusiones.
Cabe en una mirada recóndita,
sedienta y cundida de
todos los anhelos,
mi vida entera.
Un placer leerte de nuevo paisana...la mochila de la vida se va llenando paulatinamente y sin descanso de anhelos, frustaciones y alegrias.
ResponderEliminarUn besote preciosa, me ha encantado.
Hola amiga, hacía tiempo no pasaba por aquí.Hermoso poema, te deso un buen domingo.Besitos.
ResponderEliminarAmigo Fibo, que alegría recibirte en estas vendimias, la mochila de la vida, como bien le llamas, se nutre también con la amistad de los buenos amigos que siempre están presentes.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo
Si que es verdad María Carmen, nos hemos perdido en los vericuetos de la vida, lo más importante son los reencuentros que de vez en cuando nos acercan, te mando un gran abrazo amiga.
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