No es el tiempo,
soy yo,
no está en la brisa,
está en mi.
No se instala en el día,
en la luz o la sombra,
habita en mi y colma mi existir
escribiendo una historia de viajes y regresos,
de adioses y retornos
que comprimen la piel.
Se adueña de mi yo sembrándome de miedo,
me abate, me posee, soy su esclava.
Miuris, que dificil comentar ése algo que se adueña de ti y te convierte en su esclava,
ResponderEliminarnada ni el amor más profundo o el odio más atroz nos puede atormentar, deja que tu cuerpo y alma escape y sea libre como el mar o ésas golondrinas que van y vienen sin una barrera que las detenga.
Un abrazo