Quien
dijo que recordar es vivir,
no
es verdad!
El
impacto de la emoción
lo
marca la importancia de lo que se evoca.
Los
recuerdos del pasado,
son
un paisaje de naturaleza muerta,
un
fósil extraño o valioso,
que
puede desmoronarse con el soplo del viento.
Un
recuerdo
puede
ser la constancia
de
algo que existió,
otras
veces en cambio,
parecen
tan lejanos,
que
nos preguntamos
si
realmente lo vivimos.
Cada
experiencia,
marca
en cada uno,
la
huella que recordaremos.
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