Comenzó a llover de repente,
la lluvia parecía emerger de la oscuridad,
eran como gotas de rocío refrescando el alma.
Abrí la ventana y extendí los brazos,
el hueco de mis manos se llenó de agua, estaba fría!
La dejé escapar entre los dedos,
así como se va la vida,
como muere el amor,
como se olvida.
Cesó la lluvia y con ella,
se marchó también la magia que en un instante,
una ventana abierta llevó a mi corazón.
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