La noche ya no es
noche,
se ha marchado el
crepúsculo
y sin decir adiós,
ha dejado el vacío de
lo que ya no es.
La noche ya no guarda
misterios,
es un instante, apenas un relámpago
que pasa, se ilumina y
se extingue.
La noche se marcha no
se adonde,
se va y me deja sumida
en un no se que,
que me abruma y
confunde.
Esta noche se escapa
como agua entre los dedos,
ha perdido la magia y
ha dejado tan solo,
un cobertizo opaco de
estrellas sofocadas,
en un duelo constante
por mantener la luz.
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