Son un derroche de color y aroma,
es la explosión de los claveles, gitanillas, geranios y mil especies que
sintetizan la flora maravillosa de la tierra de Andalucía.
Sucede en Córdoba y es en mayo
como tenía que ser por la conjunción de detalles que este mes glorioso acumula
en sus días.
Los Patios de Córdoba, ya debe
escribirse con mayúscula porque es un acontecimiento declarado por la UNESCO
Patrimonio Inmaterial Cultural de la Humanidad.
Constituyen un regalo para el
espíritu, se llena de ellos la mirada y se queda grabada entre alma y sentidos,
tal es la belleza casi sensible de este evento que se desarrolla en Córdoba la
princesa andaluza.
Mayo es el mes de las flores, de
Virgen, de las madres, tres motivos aunados en este festival de color y olor
que casi por un mes llena de magia la capital cordobesa.
Una
visita a Córdoba a recorrer los patios es una excusa estupenda para disfrutar
de los aires misteriosos de esta provincia hermosa, de su gastronomía y el
calor de su gente.
Es maravilloso tener quien nos
tome de la mano y nos muestre todo el hechizo que guarda la tierra de Julio
Romero Torres el célebre pintor de la belleza morena de la mujer cordobesa,
perder la oportunidad de vivir un momento mágico tomado de la mano de la persona
que ames, o la que te guste, que ya es un camino al amor, indudablemente el
sonrojo de la emoción se confundirá entre el arrebol de las buganvilias.
Un pretexto para admirar la
belleza y dejar volar los sentidos.
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