Del salón a la cocina,
de la alcoba al balcón,
desde mi más recóndito latido,
van dejando mis huellas una estela,
un vestigio afligido,
huella que solo a mis ojos se muestra.
huella que solo a mis ojos se muestra.
Es
un surco sutil que a mi paso prodiga,
el
anhelo de que vuelvas a amarme.
Qué gran texto: breve, conciso, poderoso. Un gusto siempre el leerte. Saludos.
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