Un duende bajo mi almohada,
que se meta en mis venas y revuelva mi sangre
un elfo que me haga cosquillas en el alma
y que siembre emociones en mi piel.
Pido un duendecillo travieso y entrañable,
que me dé mimos,
me hable suavecito y entre besos,
me regale ilusiones.
Que surja de mis fantasías
volviéndose real en mi existencia.
Que en su mirada, pueda leer su amor
y lo sepa tan mío, como yo seré suya.
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