Al igual
que una flor
que día a
día
va muriendo en su tallo.
Como una
llama
que se
apaga lentamente,
como un
arrebato de locura.
De la misma
manera
que una ola
graba en la
arena
su tenaz
violencia.
de esa
misma manera
se secaron
mis sueños,
así
marchitos y cansados
se
rindieron mis ojos.
Por un
caudal de lágrimas
que se llevó mi risa
y voló mi
esperanza,
dejándome apagada.
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