Lo que sucede con Sara
Carbonero es producto de la sociedad que vivimos.
Abocados al declive de los
valores, somos víctimas de la inversión más absoluta y en cualquier parte del
mundo, la envidia desencadena avalanchas
de pasión.
A esta mujer la están crucificando
simplemente porque se está destacando en su campo profesional, está siendo
tomada en cuenta y su último “pecado”, lo está cometiendo en la cadena de los partidos
de 'La Roja' en la Eurocopa.
Sin detenerme a analizar
si lo hace bien o mal, lo que se entiende es que la sarta de comentarios contra
la señorita Carbonero, no es mas que envidia de la más baja calaña, a Sara la
envidian porque el trabajo que desarrolla en la actualidad, le representa de
seguro, un buen ingreso económico, y como si no fuese suficiente, ella es la
novia de un deportista de mucho éxito.
En la Edad Media, mucho
después y sobre todo ahora, se cometió y se comete este tipo de acciones contra
personas que hacen un trabajo que les
convierte en figura relevante, en cuanto al que hace Sara, ella no lo hace peor
que otra/os que desfilan en grandes pasarelas ofendiendo muchas veces al
micrófono y no digamos nada del idioma de Cervantes que por razones obvias,
aquí en España debería respetarse más que en otras latitudes.
La Periodista en cuestión
no es una enviada de la Real Academia, no está al frente de una alta sesión de
las letras, ella cumple el rol de comentar detalles de unos partidos de Fútbol
y no creo yo que para hacerlo deba antes, recibir un doctorado en periodismo,
que lo hace igual que lo ha hecho cualquiera
y posiblemente con mas humildad.
Lo que pasa con ella es
que su nombre está sobre el tapete, ama y al parecer es amada, (una suerte que
no se perdona) y se atreve a demostrarlo en público, lo que a mi me parece muy
bien, pero evidentemente, estas cosas no son del agrado de todos, quienes viven
al acecho del éxito ajeno no para congratularse, sino para alimentar un morbo suspicaz,
dan salida a su egoísmo arremetiendo con la primera que se destaque en
cualquier campo, Sara en este caso.
Estos son “deslices”
imperdonables en un mundo donde la mediocridad
substituye a la sensatez.
Es lo malo de las redes
sociales, son canales donde se escribe de todo y cualquier malintencionado,
desahoga en ellos, inconformidades internas haciendo víctimas de sus complejos
a personas que simplemente triunfan, eso es insoportable para los cobardes que
no se atreven a vivir y que a su vez
descargan en quienes lo hacen, sus enmarañados sentimientos.
A Sara Carbonero no la
castiga el machismo cavernícola, más le llamaría cavernícola sin otro elemento,
porque de lo contrario, tendríamos que hablar también de “hembrismo”, ya que no
solo los hombres hablan de ella, sino también las mujeres.
No conozco a Sara, siento
sin embargo, que con ella se está cometiendo una injusticia, déjenla que
trabaje y si acaso le falta algo de experiencia, ya la adquirirá, pero por
favor, dejen que haga su trabajo, porque tanto ataque a su persona, es un síntoma
clarísimo de que se mueren de rabia porque se destaca no solo en deporte, sino
que protagoniza importantes campañas publicitarias.
Sara, no hagas caso a los
envidiosos que pretenden denigrarte, si te tiran piedras será por algo digo yo,
no lo crees tú?
Sara Carbonero tiene tres grandes pecados:
ResponderEliminarPrimero, que es guapísima
segundo, que está güenísima
tercero, que se "cepilla" a Iker
Lo tiene claro en este mundo de nuevas modas y modales.
Antes "el papel de la canalla era la muralla.
Hoy, algunos, han cambiado de papel pero no de modales, y por mi parte te aseguro que no he visto, ni pienso ver, una sola crítica.
Como siempre has puesto el dedo en la llaga pero seguramente, los que se dedican a esas críticas violentas y maleducadas,no lo van a leer.Ni falta que te hace.