Solíamos encontrarnos
cuando la mañana se abrazaba con el sol,
tu ibas y yo venía,
yo cargada de
ilusiones, tu con tu vida echa.
Me mirabas con anhelo
y yo toda avergonzada,
la mirada retiraba,
y con tu aire de
galán,
es ahora que lo entiendo,
me decías crece
pronto, que yo te voy a esperar.
La vida hizo su tarea,
cada uno por su lado,
su camino recorrió,
hoy me ha asaltado un
vago recuerdo,
porque a decir verdad,
no recuerdo ni tu cara,
pero a veces
recordamos estas cosas que suceden
y no dejan ni una
huella.
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