Pide, sabrás que no
existe nada que no pueda darte,
toca mi puerta y mi
umbral estará abierto siempre para ti,
soy una mariposa de alas disecadas a la espera de tu gota de rocío
para irrigarse.
Llama y antes de que
termines de pronunciar mi nombre,
mi voz te habrá
respondido.
Llama, toca, pide,
roza los límites de lo creas imposible,
verás que puedo
derribarlos todos,
ven a mi, no dejes que
naufrague entre olas de soledad,
acércate a mi lado, mi
casa es una hoguera apagada que aguarda tu calor.
No seas cobarde,
rebélate, di lo que quieres,
si me tocaras, ya
jamás podrías marcharte,
no te resistas a los
gritos que como alaridos te dominan.
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