Me llevaré las flores y dejaré el jardín,
del camino, recogeré
esperanza
y en mis huellas,
una elevada torre de
ilusiones, grabaré.
Voces, sonrisas, roces y miradas,
un cúmulo de sueños arruinados,
miríadas de estrellas
apagadas
y un recuerdo quizás
que permanezca.
Una letra, un poema,
una flor disecada
que entre dos páginas,
marque posiblemente
una nota olvidada, o
mil veces leída
que nunca fue
entendida.
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