Si quieres
lo dejamos,
no te importe pensar
que me harás daño,
es mas grande el mal
de verte siempre silente,
observar tu mirada indiferente,
tu semblante amargo.
El amor es de dos,
cuando se vuelve individual,
es porque ha muerto, o agoniza.
Entenderé si me lo dices,
que estoy de más y sobro en tu proyecto,
que te sobran alicientes,
tus cosas que yo ignoro, tu mundo...
No te apene decirme la verdad,
duele mas, ver que navegas por mares
por mí desconocidos,
que forman en mi mente un laberinto,
obligándome a dar forma,
a mil cosas que me aterran.
Si tu quieres,
me lo dices,
pero con palabras,
es preferible cualquier cosa,
a continuar sintiéndome ignorada.
No me miras,
Ni te das cuenta si estoy desnuda,
o visto hábito de monja.
Si tu quieres,
cuando te atrevas a pedírmelo,
lo entenderé
y me iré con mi música a otra parte.
Una triste realidad cuando el amor nos aparta su mirada, es ahí cuando el desconsuelo nos habita el alma. Un abrazo querida Miuris.
ResponderEliminarPrecioso poema del desamor, del fin del todo, cuando al punto final de los finales, no le siguen dos puntos suspensivos; pero yo no quiero dejarte, seguiré. Besos.
ResponderEliminarAsi es Mariela, ojalá que esto no nos pase nunca, porque además de indignante, sería muy triste.
ResponderEliminarAbrazos amiga
Si Paco, el desamor es el fin del amor, que triste no?
ResponderEliminarGracias por visitarme amigo
un cordial saludo