Una puerta cerrada,
una mirada airada,
la sonrisa forzada
un pensamiento errado.
un mundo de silencio,
sábanas frías, ni besos, ni miradas.
Toca, no te cierres!
La llave de la puerta,
se perdió en el naufragio
de las horas vacías.
La palabra se traba en la garganta,
las ideas atadas,
sin poder liberarse.
El vaivén de la vida
navega en una barca
donde habita el hastío.
Hola guapa, ¡que bonito poema!, nunca hay que cerrarse a nada, ante todo dialogo.
ResponderEliminarque tengas una feliz semana.
un abrazo.
Aunque el poema nos transporta en un sentido, no está mal empujar en otro, al menos hay que intentarlo.
ResponderEliminarBesos