Aletargada sobre mi almohada,
un procaz pensamiento me estremece,
confundida de espanto me levanto,
y el espejo asustado,
copió mi desnudez de tal manera,
que sorprendida y muda,
quedé ante el cristal sin movimiento.
Sonrojada, sumisa,
miraba a todas partes
tras el amparo de la toalla
que retorcida cayó al suelo,
quedándome la piel como refugio.
Pretendí recogerla,
pero mis ojos necios miraban al espejo,
que con muda elocuencia me incitaba,
avergonzada, me refugié bajo el agua,
el frío estremeció mi cuerpo
y nuevamente un pensamiento impío
dominó mis sentidos.
Caminé hacia el espejo,
cerré los ojos,
imaginé que mis manos eran las tuyas,
lentamente tocaron mi recóndita humedad
estremecida rompí el espejo
que reflejaba mi impudor.
Volví sobre mis pasos,
creí ver en mi cama
la huella de tu cuerpo,
sobre ella caí enloquecida
y temblando de frío, me dormí.
Ufff Miuris, son las 7:30 de la mañana, y el leer tus "divagaciones" producen en mi, o en parte de mi, el mismo efecto que el que produce la mirada de una Gorgona. Es agradable el sentirse así...aunque espero que se me pase durante el día.
ResponderEliminarPaso a saludarte Miuris, hace ya que no nos visitamos...Un beso de amistad y buen domingo
ResponderEliminarHola Miuris, cuanto tiempo ya sin pasar por tus vendimias, pero es que no tengo tiempo, bueno tiempo si tengo lo que no tengo es maquina,pues la que tengo la tengo que compartir, y eso sólo me deja el tiempo justo para hacer mis cosas.Pero bueno que estamos por aquí y que te aprecio mucho. Un beso y que Dios te proteja.
ResponderEliminar¡Vaya! la lujuria ha hecho mella en ti......pero que bien pergeñado está el poema...sin ser del todo erótico...
ResponderEliminarAbrazos
Leonor