Evadirme,
como la luna se oculta entre las nubes,
como muere una flor y se extingue su esencia.
Perderme,
como un grano de arena en la furia de una ola,
igual que una llama de la que solo queda el humo,
ser en la tarde, el rayo de sol que destruye la
sombra.
Escaparme,
derrochar mi energía para que ni una huella
permanezca,
que se agote el efluvio de todos mis anhelos,
que caduquen mis sueños.
Disgregarme,
para que ni yo misma pueda encontrar el regreso,
por si acaso quisiera arrepentirme,
no lo pueda lograr.
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