Oh París!
Bajo sus puentes, vivieron el amor, dos amantes que en su luna de miel, navegaron a bordo de la fantasía, les contaron que París era la ciudad del amor y allí marcharon a vivir su pasión.
La luna baila en el río, los amantes danzan, van en busca de los treinta y siete puentes y pasarelas, que enlazan las riveras de París.
Los dos enamorados, habían soñado amarse en París, caminan desnudos y abrazados, se dejan arrullar por el rumor del río, los rayos de plata de la luna, parecían dejar sobre su piel, una escamilla excitante que les hacía rendirse, de la fronda surgían los gemidos del amor que en el cauce de piedras, río abajo corrían.
Sena, romántico en plenilunio, grandioso bajo el sol, enigmático arrullado por el vientecillo del otoño que arroja hojas secas en su cauce.
Junto a las hojas secas, viaja mi corazón. ¡Estoy enamorada de París!
Puentes de piedra testigos mudos de grandiosas hazañas, ornamentados con esculturas, los más modernos, son de hierro.
Bajo cada puente, se amaban con pasión y al marcharse, surgía entre una niebla mágica, la estatua de un hombre y una mujer desnudos que hacían el amor.
Así fueron marcando su huella bajo los puentes de París, dejando en cada una, una esfinge, ninguna era igual, pero en cada una se identificaba a una pareja que se amaba.
“Los puentes de París, supieron nuestro amor, bajo algún puente me diste aquel beso y desde entonces te quiero por eso…”
El Pont Neeuf, o Puente Nuevo, ¡Es el mas antiguo! Catalina de Médicis colocó en 1578 la primera piedra, atraviesa Ile de la Cité al Oeste. Será el puente hacia el infinito o hacia el paraíso?
“El Sena busca el mar y te hablará de mí y te dirá que me han visto llorar los puentes de Paris…”
Mi pasión te sueña, mi cuerpo estremecido te busca, ¡Ámame!.
“Alejandro III”, el más hermoso de los puentes parisinos, une la explanada de Les Invalides con el Petit Palais y el Grand Palais, data de 1900, lleva el nombre del Zar ruso, bajo este puente habitan las sílfides, siento celos, me roban el amor.
“Soñemos que la luna ya flotando sobre el río va…”
“Pont de l’Alma, Napoleón III”, Hagamos silencio para escuchar el alma de Diana. Este puente tiene esencia de evocación, guarda el secreto de la princesa inolvidable, en el túnel Del Alma, el espíritu de Diana vuela como una estrella fugaz irradiando al Sena.
“Amor la noche de París nos hace suspirar”.
En el Pont de la Concorde, las piedras de la Bastilla aúllan estremeciendo la noche, lágrimas caen al río,
¡Tiemblo de miedo!
Los amantes parecen adormecidos, una dulce expresión les posee, emana de sus rostros una sonrisa radiante convertida en luz que asciende en espiral al cielo, ¿Dormirán?
No! Han muerto de placer, ahogados en apasionante orgasmo de espuma, bajo los puentes de París.
Ohlala, que manera de morir amando!!