Pero mira que eres malo, me sacudes el corazón
y me dejas sorprendida,
me provocas para luego indiferente hacer que no me
conoces.
Mira que eres tunante,
me acaricias con tus ojos y después vuelves la cara.
Un truhan es lo que eres,
un tunante que se cree irresistible.
A los pillos como tu, habrá que disciplinarles
y enseñarles como es una mujer de verdad.
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