Se
me quebró la noche
y ya
no supe dónde ir
si
izquierda o derecha
total
lo mismo daba.
Caminé
o corrí
sin precisión,
con miedo
¿había
sombra o luz?
El silencio
quebraba la quietud,
tanto
que la caída de una hoja era un estallido
masticando
imprecaciones
quise
de nuevo caminar
me
salpiqué de fango por evocarte
perdida
en un mundo que ni yo comprendía
ni
era comprendida
con
la mirada seca
y un
sentimiento humedecido de espanto
a mi
noche escapando,
uní
la sombra.
Qué hermoso.Transitamos a veces por lo indeterminado, por lo desconocido, y es lo que nos asusta.Bello poema, me gustó. Saludos
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