Quien soy, de donde vengo, adonde voy,
la vida me envolvió en su vorágine,
la voz del corazón ahoga la razón
que me grita,
despierta!
Trepo una muralla de silencio agazapado
entre suspiros de hastío.
Transito un camino largo
en el que marco mis huellas
y tal vez mañana,
cuando me haya marchado,
alguien pueda entender
esta confusión de mi alma.
Seguramente, pero sólo tu te llevarás los secretos
ResponderEliminarEl corazón puede equivocarce, solo hay que buscar ese equilibrio entre él y la razón.
ResponderEliminarMuy bueno Miuris.
Te dejo un abrazo.