Vidas paralelas,
caminos divididos,
una senda bifurcada
y al final,
un eclipse de sombra
que nos cubre a los dos.
Una vía, un trayecto,
con los brazos abiertos
vuelo entre la tiniebla,
con los ojos cerrados,
voy buscando tus manos
y el camino se aleja
cerrándose la ruta
y tu mano y la mía,
para siempre se pierden
en bestial laberinto.
Puede que esa ruta vuelva a abrirse, siempre hay que mantener la esperanza, más en estos días de alegría feriada que nos acompaña.
ResponderEliminarBesos